Las dos de la madrugada me pillaron corriendo por un patio de Playa Ancha, saltando sobre las cenizas y perros miniatura. Todo con el fin de pillar a Fanta y darle un fuerte apretón mamario.

Pero las piernas de Javi fueron más ágiles, llegó hasta la manguera y me persiguió con su pistón acuoso hasta dejarme empapado y estornudoso.

Panchita, Carito, Carlita, Pato y Claudio se reían a más no poder, mientras M. Davis depositaba su genio trompetero en nuestros oídos.

Nuestro improvisado asado, debió acudir a rocas y grandes leños arrinconadas contra un muro. Como parrilla utilizamos unos fierros de cocina que soportaon la carne con particular eficacia.

El vino estaba rico, el amareto y la champaña fueron too much, tano así, que terminaron en mi espalda y en la ropa de varios comensales.

De la partida recuerdo que alguien subió a un colectivo. Lo siguiente que aflora en mi mente, es depertar en la cama instalación.

Previamente, habiamos conversado con Panchita y Ximena, la acriz a quien pedimos que dirigiera nuestra Tempoestad en esta nueva temporada. Ella nos citó a todos para el 25 de febrero, ocasión de nuestro primer ensayo.