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Ayer estuvimos en la Herrería. Me impresiona la limpieza y elegancia con que Pauli dirigió los trabajos. Iván ingresó a la reunión en la comitiva americana, haciendo un notable gesto de afinidad espiritual. Notable también es la riqueza afectiva de Iván. Es un gran tipo.

Hoy por la mañana hubo otro encuentro de Jóvenes Laícos. Nuestra Pío ha pelado el ajo en esa labor.

A media mañana hubo una dinámica destinada a categorizar a los concurrentes en cuatro grupos: Formales Dominantes (El Papá de la Casa); Informales Dominantes (La Hija Puta, grupo en que, evidenmtemente militaban mis amigas ); Formales tolerantes (La Mamá Filósofa); Informales tolerantes (La Nana buena onda. Grupo al que adherí, más que nada porque me cargaban los otros.).

Claudio ya tiene los teléfonos de Pía y nuestra reunión blanca va viento en popa.

La gran gracia del evento es que participamos juntos clanistas, masonas y masones.

Lo no tan grato,es que están los papás, las hijas putas, los hijos vagos y las mamás buena onda. Es decir, cada colectivo asume roles estereotipados.