america116

América fue pensada libre, justa, extensa

viernes, abril 22, 2005

La Tempestad, Reseña de M . Valls para la Librería 2 de Enero, Zaragoza

La obra arranca con una fuertísima tempestad desencadenada por las artes de Próspero, Duque legítimo de Milán, al cual su hermano le usurpó el poder y lo expulsó del ducado a bordo de una nave que naufragó en una isla desierta, en la cual, y con la única compañía de su hija Miranda y sus libros sobre todas las Artes Liberales, se aplica al estudio y conocimiento de la Cosmogonía y, llegado el momento oportuno, se decide a restituir el Orden que su hermano rompiera. Próspero es el prototipo del sabio, del estudioso de las Ciencias Tradicionales, que aúna en su seno al Mago (productor de la Magia) y al Hierofante ( productor de las Teofanías), y actúa simplemente como un transmisor y guardián de la Tradición, como un intermediario entre el orden de la Tierra y el del Cielo, ayudado en su labor por seres invisibles (Ariel), intermediarios entre los dioses y los hombres. En esa pequeña isla o microcosmos, se reúne todo lo esencial para la obra alquímica de transmutación. Y desde el caos, el desorden, la locura, la pérdida en el laberinto del alma, el encantamiento, el ensueño y el soporte de las artes liberales y las ciencias tradicionales, cada cosa y cada ser retornará a su lugar conformándose a la Armonía del Mundo, y completando así una Obra perfecta y bella. (M. Valls